Por ser un camaleón, Mambo, cada vez es de un color y se pregunta cuál es su color verdadero. Como las personas, que nos comportamos de forma diferente según el momento. No siempre estamos alegres, ni siempre estamos tristes; no siempre pensamos rápido, pero tampoco siempre lento. A veces lo damos todo, y otras veces no...y lo cierto es que nosotros somos todo eso y más, y nos queremos así. Porque la persona que ves cuando te miras al espejo, te va a acompañar toda la vida.
Eso es lo que le pasó a Mambo, todos los colores eran suyos. Por eso te cuento la historia.
Puedes ver el cuento pulsando en el dibujo de abajo (si lo abres desde el ordenador, puedes incluso pasar las hojas)
Ha terminado el verano, y empieza de nuevo el colegio, volvemos a nuestros trabajos, compartimos buenos momentos, y también desacuerdos. Y tratamos de defendernos o nos culpamos. En realidad, por lo que yo he podido comprobar, nuestro mejor recurso para afrontar esos momentos son un PAR DE BUENAS OREJAS PARA ESCUCHAR, a los demás o a nosotros mism@s; entonces todo se vuelve más amable, y por qué no, más claro. Comprendes distintos puntos de vista y se completa tu visión.