Cuando nacemos, solo hay un todo, nuestros padres son nuestros brazos y nuestras manos, y conforme aparecen los "NO" , las frustraciones, va surgiendo nuestra identidad.
Con un poco de "humor tiernecito", me he atrevido a ilustrar esta simple que no sencilla realidad.
Por cierto ¿habéis reconocido a la cigüeña?
Viñeta 1:
Un bebé gateando, arrastra una cigüeña de peluche.
Viñeta 2:
El bebé, sentado frente a una mesa sobre la que hay un biberón, levanta la cigüeña hacia él.
Viñeta 3:
El bebé, cara a cara con la cigüeña de juguete, levanta el dedo índice regañándola por no haber volado a coger el biberón.
Viñeta 4:
El narrador dice "SI QUIERES LAS COSAS BIEN HECHAS, TENDRÁS QUE HACERLAS TÚ MISMO". El bebé mira pensativo hacia el lector, con el dedo sobre los labios.
Viñeta 5:
El bebé sonríe levantando el pulgar ¡Lo ha comprendido!
Viñeta 6:
El bebé echa los brazos a los adultos, pidiéndo ¡Úpame!
Viñeta 7:
La cigüeña mira al lector con cara de sorpresa. ¿Qué es lo que ha entendido el bebé?
Viñeta 8:
El bebé en brazos de sus padres, sonríe bebiendo el biberón. Lo ha conseguido, ha alcanzado el biberón por sí mismo (con los brazos de sus padres)
Viñeta 9:
La cigüeña se marcha volando. En la viñeta solo se le ve ya medio cuerpo pues ha volado fuera de la página.
Texto e ilustración son © 2021 María Auxiliadora Martínez Ruiz
Me ha encantado.La cigüeña se parece mucho a Curro. 😉🥰
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